Los trastornos de espectro autista (TEA) son trastornos generalizados del desarrollo (TGD) que se caracterizan por una amplia variedad de expresiones clínicas y conductuales, debidas a disfunciones multifactoriales de desarrollo del sistema nervioso.
El autismo no puede considerarse un diagnóstico único, sino como un conjunto de trastornos entre los que se pueden encontrar grandes diferencias en cuanto a coeficiente intelectual y gravedad de los síntomas. No obstante, existen una serie de características comunes relacionadas con problemas de intereacción social y conductas restringidas y repetitivas.
El autismo no tiene cura pero sí tratamiento. La intervención en el aula tiene una gran relevancia en la intervención de los niños con este problema, por lo que los maestros pueden contribuir activamente en su desarrollo y bienestar.
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